BIENVENIDO NOVIEMBRE... QUE GANAS DE QUE LLEGARAS!!!

Hola a tod@s!!!
Ya estamos de vuelta después de unos largos meses, en el hospital ingresada aunque aún sigo, y tengo que deciros que me queda muy poquito ya que estamos en la semana 33 y si todo va bien en días podré ver a mis enanos, el motivo de la vuelta ha sido porque recibo muchos correos que como estaba, que andaba un poco desaparecida.

La verdad que ingresé el 11 de agosto por un dolor de muelas muy fuerte y allí me dijeron que tenía el cuello del útero borrado imaginaros mi cara, quedé ingresada 10 días ya que me colocaron un pesario, si no sabéis exactamente que es, es un aro de silicona que hace que el útero aguante el peso del bebé y no se tengan contracciones, y no se inicie el parto. Al ver que no había infección y mi cuerpo reaccionó bien a dicho aparatejo, me mandaron a casa.

Llegué a casa el día 21 y a los días notaba las braguitas mojadas, yo ya no sabía si era flujo o líquido amniótico así que decidí ir a urgencias, me hicieron la prueba , que es muy sencilla, tipo citología , no molesta ni nada y en unos minutos se sabe si son pérdidas o bien flujo, por suerte lo mio era flujo, volví a casa mucho más tranquila aunque tenía que mantener reposo casi estricto.

Hasta que llegó el día 31 de agosto, día que cada vez que lo recuerdo me entra un nudo en el estómago porque soy consciente que por tercera vez la ilusión de ser madre podría terminar en horas.
A las 6:50 fuí al baño, hacer pis y cual fue mi sorpresa, que yo ya no quería hacer pis, pero seguía echando un chorrito de " algo " porque yo ya ganas de más pis no quería, cual fue mi sorpresa que el chorrito seguía y seguía, decidí levantarme y ahí fue cuando me dí cuenta que estaba rompiendo aguas, era agua por todo el suelo, pero un agua un poco más espesa de lo normal, yo ya me puse en lo peor, porque estaba tan solo de 23 semanas , llamé a mi marido y los nervios se apoderaron de nosotros, yo no sabía donde estaba la ropa, me resbalé por las escaleras y caí, vamos que en 5 minutos mi casa era era un kaos, como pudimos nos vestimos dejamos la casa patas arriba e intentamos llegar al hospital lo antes posible que lo tenemos a 50 kilómetros, en el trayecto se me pasaban tantas cosas por la cabeza que solo eran cosas malas, y ninguna esperanza.

Llegué al hospital y corriendo a paritorio, me hicieron miles de pruebas, monitores y los ginecólogos solo ns sabían decir en 10 horas como mucho te pones de parto :-( yo lloraba desconsolada pensado que con 23 semanas mis hijos no podrían salir adelante, todas las respuestas a nuestras preguntas que eran muchas, era duraran poco e incluso los médicos neonatales nos visitaron y nos dijeron que era la peor semana en la que me podía pasar, el miedo el dolor y la incertidumbre se apoderaba de nosotros sin poder hacer nacer nada, me hicieron muchas analíticas para descartar infección ya que si había lo mínimo me quitaban el pesario, y entonces si se desencadenada el parto, cosa que yo pensaba para mí tenemos que aguantar los 3 como sea, no podía ser que la vida me diera otro palo más.

Después de pasar 24 horas en observación estricta e inyecciones por todos los lados de mi cuerpo pasé a planta, no podía levantarme para nada, todo en la cuña y beber mucha agua, cosa que no me importó porque yo en mi vida cotidiana soy una rana andante, así que por ese lado eso lo tenía controlado :-)

Pasaban y pasaban los días, y conseguimos llegar a las 25 semanas cosa que para mí era un logro tremendo después de lo negro que nos lo pusieron, cosa que entiendo que los médicos nos pongan en lo peor, pero también podrían esperar a ver como evoluciona la cosa y no hacer pasar a los padres esos malos momentos, en los que estamos en un estado de ánimo tan por los suelos.

Llegar a las 25 semanas lo veía un logro tan grande que estaba muy contenta, hasta que una mañana llegó el ginecólogo y me dice que no hay incubadoras ni respiradores, mi cara era un cuadro, yo pensé y si me pongo de parto mis hijos qué? Así que hablé con ellos y me trasladaron a otro hospital aún más lejos de casa pero especializado en problemas como el que yo tenía, allí estuve 1 mes justo , en el que me dieron muchísimo cariño y apoyo psicológico , y allí mis enanos fueron creciendo, y yo aguantando sin contracciones ni infección, así que imaginaros mi cara de felicidad de ver que avanzábamos día a día los tres, eso sí con mucho esfuerzo, yo no podía caminar, mi masa muscular fue desapareciendo, y poco a poco me iva consumiendo viendo que aún quedaba un largo camino que recorrer, pero cada 7 días al ver la ecografía que mis hijos iban creciendo, cogiendo peso y moviéndose cada día más era un chute de enegia para mí.

Entre esas semanas me sacaron diabetes gestacional, otro palo para mí ya que lo he pasado fatal con la comida y he pasado muchísimo hambre, actualmente me pincho 8 veces al día en los dedos y me ponen insulina, 5 unidades mañana y noche y de momento está todo bajo control.

Al llegar a las 29 semanas y " pasar " el peligro máximo si me ponía de parto, por la prematuridad de mis hijos, me volvieron a trasladar al hospital más cerca de casa, yo no quería irme porque el trato fue excepcional pero estar más cerca casa y el equipo de neonatos al final me convencieron.

Todas las matronas y enfermeras que me ven día sí día también ya que voy a paritorio casi todos los días cuando no es a una ecografía es a monitores, pero a día de hoy estoy de 33 semanas, mis hijos pesan ya más de 1500kg, y a las 34 semanas tomaran los ginecólogos una decisión de cuando pasamos por quirófano y por fin puedo verles la cara y pasar página a otro capítulo amargo de mi vida.  A día de hoy sigo en reposo absoluto para regenerar líquido para el peque que rompió la bolsa.

Desde aquí quiero dar las gracias a cada una de esas personas, que me han escrito, me han ido a ver al hospital o que me han sacado una sonrisa con una llamada, a tod@s miles de gracias.

Está siendo muy duro, pero estoy convencida, que después de casi tres meses en el hospital, mi sueño se hará realidad, si queréis saber algo más en concreto, como siempre podéis escribirme al correo y os contestaré en la medida de lo posible.

Si habéis pasado por mi situación o estáis como yo, no te rindas y lucha, a mi me han demostrado mis hijos que son unos luchadores y yo no podía ser menos.

Nos leemos muy prontito, y gracias a los que querían que volviera, y a l@s que me han esperado.

Un abrazo!!!